2.2 Los Problemas en la Vida
Laboral y Social
lLos problemas existen en
todos los escenarios del hombre y todos merecen especial atención.
Si bien para el tratamiento de todos los problemas es importante
considerar aspectos del contexto, de forma especial en el ámbito
laboral se debe tener en cuenta que los problemas tienen
características peculiares porque su tratamiento debe estar ajustado a
la formalidad que plantea la vida organizacional, las características
de la estructura y los objetivos colectivos que se deben alcanzar.
Los problemas sociales o en
un ambiente distinto al organizacional requieren de especial cuidado
para evitar un desequilibrio emocional que afecte el desarrollo de las
relaciones interpersonales y hasta la disposición al trabajo. Para
nadie es un secreto que auque teóricamente los problemas personales no
deben afectar las relaciones laborales, esto es difícil de manejar,
especialmente porque se trata del mismo individuo en contextos
distinto; por lo que es fundamental las acciones asertivas para el manejo de
ambos.
Tanto en el plano
organizacional como en el social el ser humano debe reconocerse una
responsabilidad ante los problemas que le afectan, bien sea como parte
de este, como generador de soluciones o como apoyo para las personas
que lo padecen; especialmente porque la adecuada atención de estos le
garantizará un mejor ambiente de trabajo o más relaciones que
contribuyen a su salud mental.
2.3 Cómo Pensar Ante un
Problema
La frase de que para todo gran problema hay una buena solución,
pierde asidero en un contexto de creatividad por las limitaciones que
sugiere al momento de seleccionar solo una alternativa. En este sentido
vale la pena recordar que la forma de pensar ante un problema es el
primer paso para determinar si se ignorará, complicará o solucionará
El pensamiento conlleva a
asumir posiciones y determinar que acción seguir, por lo que se
recomienda pensar ampliamente, es decir ir mas allá del pensamiento
lineal, intuitivo o pragmático, sin desconocer su valor e incluso
importancia para la solución de muchas situaciones que requieren de
acciones simples, aplicando un pensamiento divergente, complejo o
paralelo que permita analizar la situación de una forma más profunda
que vaya más allá de lo obvio.
De acuerdo a cómo se piensa
ante un problema, muchas veces conduce a ver éste como una situación
cerrada, es decir con una sola alternativa de solución ó como una
situación abierta, en donde existen un abanico de posibilidades para su
tratamiento. Es preciso reconocer que es la mente la que suele cerrarse
ante el problema lo que conlleva a no ver más que una opción para
superarlo.
Abrir la mente para pensar ante un problema, no es práctica de
un día, esto se entiende como resultado de la aplicación de numerosas
técnicas que generan el hábito de pensar bien, permitiendo que aún en
las circunstancias más complejas, las ideas fluyan con facilidad y
claridad.
2.4 Manejo de Problemas
Hablar del manejo de los
problemas implica llegar mas allá del control de las emociones y la
buena actitud cuando se padece de alguno, siendo necesario trabajar en
la solución de estos, porque el ser humano no puede resignarse a convivir
con sus problemas sin poner de su parte para superarlos.
El manejo de problema invita
a tomar el control sobre ellos, buscar y seleccionar la mejor
metodología para solucionarlos y asumir las nuevas condiciones que
generen las acciones emprendidas.
Existen numerosos métodos
para el manejo de problemas, algunas contemplan 4 pasos otras hasta 8,
pero todos sin excepción plantean un procedimiento coherente para
lograrlo y requieren de mucha .
De igual forma coinciden en que se debe iniciar por definir
claramente cuál es el problema, como un buen arranque para llegar a la
solución de estos. Además sugieren dar un orden lógico a las
estrategias a seguir, evaluar el proceso y adaptarse a las nuevas
circunstancias a las que conllevará el manejo del problema.
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